lunes, 24 de octubre de 2011

Canto al terror



Tarde amanece el horizonte contra toda profecía interior.
Despliego soles multicolores rupestres de obsequio
a cuanto querubín disfrazado encuentro en un añejo campo de batalla
inyecto al por mayor raíces inocentes ciego de la muerte cotidiana
de mis quinientas ramas cedo al siempre simpático indiferente semejante
materiales ricos en seducción.
Entre vampíricas risas los reciben (sospecho)
como afrentas renovadas de guerra.
Usan colmillos, cantos chillones y monedas de alta denominación.
Bufones de rostros blanquizcos
Muñecos vudú en terquedad de vivir a costa de sus representados
Sufrientes nonatos muertos sin bautizar
Inteligencias a sí mismas creídas por la virtud del oro.
Edifican el bumerang volátil dirigido con errónea dirección a mi corteza
(no por falta de intención, sino por torpes)
Siglos ha, entiendo; perdieron la afrenta con supuestas dignidades semejantes a lo que de mis propias ramas ignoro.
En cronología graciosa desfilando vienen los demonios primos, amigos, amores, madres y sustitutas.
Un escape inevitable al desprecio
semilla de cedro transportada por casualidad al nido de la ponzoña
Sombra para los reptiles maledicientes
debajo de caparazones de plomo rumorean.
Cada silencio es una reiteración de duelo
hasta que mi propio tronco se convierte en ellos
proyecto certero contra mi propia posibilidad de vivir.
Cada vez mas cerca, formando incluso parte de lo que supongo ser.
Un tercio de mi vida es amenazado
Por la máquina creadora de mi estructura corporal
Quien ignora y lamenta
Mi composición espiritual.
¿Y si además pasara
que mi propio espíritu en caparazón de plomo se volviera?

viernes, 5 de agosto de 2011

Con todo el amor "Frida con todo mi odio"

Como si la Ciudad de México viviera la milagrosa encarnación en su concepción contemporánea, ácida, decadente pero bella; "Frida con todo mi odio", brilla con luz propia dentro del inframundo de los (casi en su totalidad) miopes colectivos under-porno. Puede vérsela desfilar en actos de la mera exhibición de egos, como el entremés más delicado y en la mayor parte de sus presentaciones, rebasa por mucho a los que la presentan en su condición de protagonistas. No en vano, toma de forma sarcástica el nombre de "Frida", cuya simbólica representación en el ideario colectivo, se enfoca a la mujer que por antonomasia sufre la condición de mujer y de artista; Aquella, esa otra Frida, esposa del pintor garañón; resulta para el crítico y exquisito gusto: poco mujer y poco artista. "Frida con todo mi odio" denuncia en su seudónimo la falta de autenticidad de aquella otra y propone en su lugar; ésta vez sí; a la mujer y a la artista. Muchos de los lentes que hasta ahora la han fotografiado, pasarán desapercibidos de la escena del arte contemporáneo; miradas de sufriente miopía, se han dado el lujo de desdeñar la autenticidad de esta mezcla de musa-sirena-vikina. Para la que plumas, lentes y pinceles de alto nivel estético, honesto y humano, tienen aún mucho por mostrar, dando cuenta de su autenticidad, belleza y arte.

Mi amplio reconocimiento a su labor, su amistad y su colaboración; que en ella, vuelca todo un movimiento al futuro.



lunes, 13 de junio de 2011

Bebe de las gotas de la luna


Hay algo que se oculta debajo de tu ropa y de tu piel
algo que asoma cual rumor lejano
Lugar del bienestar común a sol de playa
Cardumen iridiscente de especies inquietas.

Dame tu mano, mira como se mueve adentro
aquí, un poco mas abajo, justo allí.
Eso que palpita debajo de tus ojos es la aurora
sitio impreciso donde vives plenamente, lejos de todo verdugo.
Esas gotas gigantescas cristalinas son de luna
y están por todas partes.

El violáceo de una flor despierta
tiene destellos de añoro de tu dignidad indestructible
nadie puede, nada puede
con la fortaleza delicada de tu esencia.

Dame tus labios, prueba un poco del elíxir de ti
aquí, con tu ceguera artificial
Mira el delirio de tus placas tectónicas oscilantes
ya nada podrá sujetarte en contra de tu voluntad
Bebe de las gotas de la luna.
Talla con las yemas de tus dedos
el terciopelo violáceo de esos pétalos
de esos peces saltimbanqui de todos tus deseos
dueña para siempre de ti.
Ya nunca nadie (ni acaso dios), podrá gobernarte.

miércoles, 6 de abril de 2011

Excitación posmórtem


I
Resucitar a tiempo
no tendría sentido.
Me quiere tu melancolía
en la sala de los lloriqueos rentados.
Es cierto, he muerto.
Pellízcame y verás.
No en las nalgas.
No con tus dientes en mi glande.
No entre tanta gente.
No en mi muerte.

II
Vas pasando entre los dedos un rosario.
Necrófila en disfraz de duelo
recuerdas mi pubertad eterna, hasta ahora.
Recuerdas la ceguera de los feligreses a sueldo, hasta ahora.
Recuerdas que tienes cuerpo, hasta ahora.
Dejas el rosario a un lado,
te remites al pene de ahorcado, aún erecto.
Lames la extraña lubricidad de sal y semen
lloras.

III
Es inevitable: dos cuerpos
el tuyo recién nacido
el mío, recientemente muerto.
Absurda combinación de anhelos;
ahora se parecen tanto.
--Estoy muerto
--me estás excitando
--Estoy muerta
--Préstame tu rosario
--Me excitan tus cirios
--Puedo?

IV
Están por llegar.
Traen un féretro amarillo
(mi última voluntad).
Se hace tarde.
Sigues desnuda
ensayando ante el espejo
La mueca no es perfecta !maldición!
Me tienes en el clóset
aún goteando en semen...

V
Incorregible
mis manos se te aferran a las ingles.
Tocan el timbre.
Llegaron los parientes lejanos.
Miras mi cuerpo y lloras.
Vendas mis ojos y sigues la rutina.
Qué más da.
Ya no piensas.
Abres las nalgas y me devoras.
La muerte
puede esperar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

!Clang! La novela de Francisco Enríquez Muñoz


La nueva gran tecnología.

De un realismo exquisito, "!Clang!" Refleja de forma fiel las facultades de autodestrucción que a sí mismos se adjudican los personajes de una ciudad seductora que desfila en la era del Google Earth. Todo visto desde las alturas con la tecnología de punta inventada por el magnífico escritor Francisco Enríquez. Ya no estamos limitados a espiar nuestros vecindarios, mediante el uso de instrumentos tecnológicos de las fotografías satelitales, gracias al visionario novelista, es factible la apropiación de las sicologías urbanas que nos reflejan a veces de forma monstruosa y otras, tan elegantemente.

Un desarrollo tan necesario en una sociedad donde antes de la citada invención, carecíamos de referentes para localizarnos en el laberinto infinito de nuestra ciudad de México. Los eruditos de la literatura pueden (y de hecho lo hacen), argumentar la falta de originalidad del movimiento en que, en la actualidad, muchos contemporáneos escritores menospreciados, jóvenes, contestatarios; agregan historia a la montaña de las letras mexicanas. Tomando acaso en esencia lo que valientemente realizaron los anglosajones de la llamada generación beat y retomando lo que en México, tímidamente exploraron los llamados escritores de "la onda" y de forma bastante petulante, los de la generación del "Crack". Todo lo anterior, bastante mejor propuesto por los que actualmente retoman las cosas como deben ser y reordenan los senderos de nuestra literatura, afortunadamente para las generaciones venideras, quitando tanta piedra y escombro del camino.

Francisco Enríquez, pareciera percatarse con agudeza sorprendente de las falsas promesas establecidas por padres y abuelos. Propone en aparente antagonismo la posible convivencia entre un escritor contemporáneo que se cuestiona a sí mismo, una hermana filósofa visceral, que resuelve todo con base a la trillada fórmula del instinto sexual disfrazado y un conato de amor con la representante máxima del erotismo.En dicha historia, el escritor termina decepcionado (como acontece con el escritor comprometido), la hermana termina enamorada de un borracho (como acontece con toda pretensión filosófica) y la representante máxima del erotismo termina violada por un homosexual (como acontece reiteradamente a la más pura y fina manifestación de erotísmo). En tales grados de tragedias humanas, se diagnostican los fenómenos literarios y artísticos de nuestro país. Francisco Enríquez Muñoz, se manifiesta con absoluta autenticidad como un valioso timón de los contemporáneos, que cotidianamente luchan contra esos otros (sabemos cuáles), a los que les encantaría que el camino continuase sembrado de estiércol y piedras insuperables, para administrar la miseria en calidad de changarros culturales o como parte de las mafias oficiales, que hoy día les son negadas por los de la onda y los del crack.

Mi amplio reconocimiento al trabajo honesto e iluminado de Francisco Enríquez Muñoz, que agradezco, me haya obsequiado el libro.

Carlos H. Vázquez

lunes, 31 de enero de 2011

Espejos


Como de opuestas dimensiones,
somos los reductos del tiempo,
reencuentro de la misma esencia en un suspiro,
en una rendija de noche,
en la neblina resultante de la explosión original.
No me reconoces, me miras con los ojos dilatados,
te introyectas en los restos de estas pestañas grisáceas,
te diluyes en mi alma y no tienes dudas al respecto.
Cuando vuelves al trajín de tu barca,
a tus batallas y circunstancias de rescate en el mar negro,
con las almas del purgatorio anudadas al cuello, vuelves a mirarme.
Tienes miedo del espejo donde sale contra toda profecía:
El estertor de un mundo paralelo.
Apagas la intensa luz de tus ojos
dejándome a ciegas, olvidas tu propia batalla
entonces recurro al recuerdo:
sujeto el rocío de unos cuantos ayeres
les balbuceo y concedo mordiscos discretos
elevo el nivel de su temperatura
anudo a mis labios montoncitos de una materia en estado líquido
y embadurno a mi sed del consuelo suficiente
en tanto surge
la siguiente inevitable lluvia de ambos.