miércoles, 21 de noviembre de 2012

La Herencia

--¡Búscalo! Ahí debes tenerlo-- Me dijeron mis padres un día-- ¡búscalo! Nosotros te lo dimos hace tiempo…

--Pero juro que no lo tengo, tampoco lo siento-- dije tranquilamente.

Comenzaron a golpearme.

Me sacaron al sol, me desnudaron, me dejaron atado al techo, dos días y catorce horas, sin comer. Entonces, sorpresivamente lo encontré...Era el odio.